magnesium3 min de lectura12 de septiembre de 2025

Magnesio: síntomas de deficiencia

Cómo puede manifestarse una deficiencia de magnesio, quién está en riesgo y qué hacer.

Magnesio: síntomas de deficiencia

Magnesio: síntomas de deficiencia

Una deficiencia de magnesio no siempre se detecta de inmediato. Los signos suelen empezar de forma difusa (fatiga, nerviosismo) y se hacen más evidentes cuando el déficit se mantiene en el tiempo. El magnesio participa en cientos de reacciones enzimáticas; por ello, un déficit puede afectar al músculo, al sistema nervioso y al corazón.


Cómo puede manifestarse una deficiencia de magnesio en el día a día

Al principio, los síntomas son discretos y poco específicos. Es frecuente observar:

  • Fatiga inusual, sensación de “baja energía”.
  • Menor tolerancia al estrés, irritabilidad, ansiedad.
  • Dificultad para conciliar el sueño o despertares nocturnos.

Estas manifestaciones, aunque también aparecen en otras situaciones, son compatibles con una ingesta insuficiente o con pérdidas aumentadas de magnesio, tal como recoge la ficha técnica del NIH ODS.

Un solo signo no basta

Un único síntoma aislado no permite concluir. Es la asociación de varios signos y el contexto (alimentación pobre en vegetales, consumo de alcohol, ciertos tratamientos) lo que orienta hacia una posible deficiencia.


Signos neuromusculares y nerviosos frecuentes

  • Calambres, espasmos, fasciculaciones (por ejemplo, párpado que “tiembla”), hormigueos.
  • Irritabilidad, ansiedad, dificultad de concentración, sueño fragmentado.
  • Debilidad muscular y sensación de piernas pesadas.

Estos signos reflejan la hiperexcitabilidad neuromuscular causada por una disminución del magnesio extracelular. En casos severos pueden aparecer tetania, convulsiones o confusión.


Síntomas cardiovasculares y metabólicos en déficits prolongados

  • Palpitaciones, arritmias, a veces aumento de la presión arterial.
  • Posibles hipopotasemia e hipocalcemia asociadas, por alteración de la regulación de electrolitos.

El magnesio contribuye a la estabilidad eléctrica del miocardio; un déficit puede favorecer trastornos del ritmo, sobre todo en personas de riesgo o bajo medicación proarrítmica.

Síntomas de alarma

Dolor torácico, mareos intensos, síncopes, convulsiones, debilidad importante de un miembro o dificultad para hablar requieren atención médica urgente.


Poblaciones de riesgo y factores que favorecen la deficiencia

Tienen más riesgo:

  • Personas con ingestas bajas (dietas muy refinadas, pobres en alimentos vegetales y semillas).
  • Consumo crónico de alcohol.
  • Trastornos digestivos con pérdidas (diarrea, enfermedad inflamatoria intestinal, cirugía digestiva).
  • Diabetes mal controlada, personas mayores, deportistas en periodo de carga, embarazadas.
  • Tratamientos que aumentan las pérdidas (diuréticos, aminoglucósidos) o reducen la absorción (IBP a largo plazo).

Cuándo consultar y cómo confirmar una deficiencia de magnesio

El diagnóstico se basa en la combinación de la clínica y las pruebas. El análisis más habitual es la magnesemia sérica. Una cifra normal no excluye un déficit tisular, sobre todo si el contexto y los signos son muy sugestivos, como se explica en la ficha de hipomagnesemia.

Interpretación de la analítica

El magnesio en sangre representa solo una pequeña parte del magnesio total del organismo. En algunos casos se completa el estudio con potasio, calcio y, de forma más especializada, una magnesuria de 24 horas.


Qué hacer después: alimentación, suplementos y precauciones

  • Refuerza los aportes alimentarios: legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales y verduras de hoja verde.
  • Si hace falta, valora una suplementación prudente, fraccionada, con formas bien toleradas (por ejemplo, bisglicinato o citrato).
  • Toma los suplementos con comida para minimizar molestias digestivas; presta atención a las interacciones con medicamentos (ciertos antibióticos, hormona tiroidea, etc.).
Consejo práctico de seguimiento

Lleva un diario sencillo de síntomas, alimentación y tomas de suplementos durante 2–3 semanas. Así podrás ver mejor la evolución y ajustar tu estrategia con un profesional sanitario.


Principales signos a vigilar y contexto clínico frecuente

  • Calambres y espasmos: hiperexcitabilidad neuromuscular, a menudo en pantorrillas, manos, párpados.
  • Fatiga persistente: alteración del metabolismo energético (ATP).
  • Problemas de sueño: dificultad para conciliar el sueño o despertares, a menudo en contexto de estrés.
  • Parestesias: hormigueos en extremidades en déficits prolongados.
  • Palpitaciones: inestabilidad eléctrica cardíaca; especial atención si hay tratamientos de riesgo.
  • Cefaleas/migrañas: posible componente vascular/neuronal, a menudo asociado a sueño de baja calidad y estrés.

Fuentes

Etiquetas

#deficiencia#síntomas#magnesio

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